Reseña: Viento y Ceniza por Diana Gabaldon

Muy buenas lectores ¿qué tal los está tratando la cuarentena? Por mi parte la he pasado un poco mejor ya que he tenido la dulce compañía de una de mis sagas favoritas, la sexta entrega de la Saga de Claire Randall llegó en el momento justo para alegrar mis días de aislamiento. Por si no conocen los libros de Diana Gabaldon les recuerdo que pueden leer un viejo post del blog que relata sobre mi amor por esta saga y estos personajes + la reseña de su libro anterior: La Cruz Ardiente.
Como bien saben soy una fan de estas historias, de esta saga y de esta familia, por lo cual siempre considero que mi punto de vista ya ha dejado de ser objetivo hace tiempo, de igual manera no quería dejar de contarles sobre este libro y sobre mi experiencia de lectura.
Sin más preámbulos, les dejo mi reseña de Viento y Ceniza.|


ADVERTENCIA: PUEDE CONTENER SPOILER DE LOS LIBROS ANTERIORES. LEA A SU RIESGO, Y LEA A GABALDON🙌🏻

Sinopsis: Carolina del Norte, 1772. Son vísperas de la revolución, y la mecha de la rebelión ya ha prendido en las colonias. El gobernador Martin pide ayuda a Jamie Fraser para salvaguardar los intereses del rey y la corona. Pero gracias a su esposa, Claire, que puede viajar en el tiempo, Jamie sabe que en tres años la rebelión habrá conducido a la independencia, y que ésta condenará a la muerte o al exilio a los súbditos del rey Jorge. Por encima de todo, sin embargo, se cierne amenazadora una breve noticia publicada en un periódico de 1776, en la que se da cuenta de un incendio en la casa de Fraser en el que perecen éste y su familia. Por una vez, Jamie desea que las predicciones de su mujer sean erróneas, pero en esta ocasión sólo el paso del tiempo le permitirá saber qué les depara el futuro... 


Para Brianna, la forma en que su preciada América había alcanzado la independencia era un cuento de los libros de historia. Jamás habría imaginado que sería capaz de observar tales sucesos con sus propios ojos y ver hacerse corpórea su nueva realidad. 
Disturbios con sabor a rebelión han tenido lugar en las colonias. Altercados que destruyen familias, exilian traidores y queman hogares han alterado la paz del Cerro de Fraser, en el que los hombres se debaten entre la lealtad a la corona y el deseo de libertad.
A una velocidad vertiginosa, nos iremos acercando a momentos de mucho temor para la familia, entre ellos el presagio de un terrible incendio que podría acabar con sus vidas, en el invierno de 1776.
Desde el libro anterior es posible encontrar a los Fraser en un ámbito familiar, han construido un hogar y una familia que sólo aumenta en número. En consecuencia siempre se encuentran bajo el riesgo inminente de que su paz se vea alterada. Claire y Jamie ya no se encuentran solos, sus decisiones se ven ahora condicionadas por el deseo de proteger a sus seres queridos. 

— Si muero — susurró en la oscuridad—, no me sigas. Los niños te necesitan. Quédate aquí con ellos. Yo puedo esperar.
Comenzaremos este libro con situaciones de lo más cotidianas para los personajes. Los niños están creciendo, Claire busca avances para su clínica y Brianna, inspirada en el siglo XX, busca maneras de crear cosas que puedan mejorar la calidad de vida en el Cerro. Esta tranquilidad es, para los antiguos lectores de la saga, un mimito al alma ya que se trata de personajes que han sufrido mucho en libros anteriores y que, por fin, han conseguido construir un hogar y mantenerse unidos.
No quita que Gabaldon tenga la oportunidad de tocar una cantidad considerable de temas variados con situaciones de lo más cotidianas. El choque entre los prejuicios del siglo XVIII y la mentalidad del siglo XX es siempre muy interesante.
No faltarán las escenas que nos reafirmaran la fortaleza de las mujeres protagonistas. Las disputas familiares y las tardes de Claire en su consulta. Gabaldon nos lleva a reflexionar sobre variadas temáticas, me pareció muy interesante ver que aquí se han de discutir nuevas cuestiones como la violencia doméstica o el nacimiento de un niño con discapacidad y su impacto en el hablar de la gente. Estos, y otros temas ya planteados anteriormente, llevan a la reflexión a los personajes de la novela y al lector mismo. 

Inicie esta lectura creyendo que la autora ya nada podría hacer para sorprenderme. La verdad es que me equivoque rotundamente, y me alegra. Gabaldon recurre a cosas tales como el secuestro, la violencia y las batallas para despertar la emoción en sus novelas, de manera que llegado un punto se torna un poco repetitivo, son situaciones bastante similares que hemos leído en libros anteriores. Sin embargo, cada una de estas situaciones es singular por el momento en el que ocurren. Aquello que le ocurrió a Claire en Escocia es similar a esto que le está ocurriendo en América y, sin embargo, las circunstancias son muy diferentes.
La escritura de esta mujer siempre impacta, una poesía que mantiene guardada y deja salir para los momentos ideales, los más desgarradores, los más sanadores, los más importantes. Gabaldon ha conseguido volver a arrancar mi corazón y el de los personajes, para volver a reconstruirlo más tarde.
En definitiva: la autora es un tanto repetitiva en sus recursos, pero la emoción aún abunda en sus páginas y su estilo tan genuino lo recompensa.

"He sobrevivido a una maldita guerra mundial. He perdido a un hijo. He perdido a dos maridos. He pasado hambre junto a un ejército, me han golpeado y herido, me han tratado con condescendencia, me han traicionado, me han encarcelado y atacado ¡Y he sobrevivido, mierda!"

Los conflictos de la familia no pueden dejar de lado que Claire, Brianna y Roger han nacido en otro tiempo y, como tal, aún está latente esa curiosidad por el viaje en el tiempo y la incertidumbre de no saber si algún día se verán obligados a volver. Libro tras libro se van encontrando con nuevas pistas de viajeros del tiempo como ellos, este no será la excepción. Es interesante que entre fuertes choques de realidad, siempre es posible aplicar un toque místico a la trama.
De hecho en la saga han de chocar varias religiones y varias creencias (estoy considerando acá las creencias de los indígenas y el conocimiento que ellos le transmiten al joven Ian). Es interesante porque de esta manera los personajes no pueden evitar cuestionar su propia religión para luego aferrarse nuevamente a ella. No es seguro creer que existe una fuerza superior sobre sus cabezas, pero han tocado la magia con sus propias manos como para negarlo totalmente.

Creo que este libro aumenta su ritmo en comparación a los otros, vamos avanzando velozmente a través de los años, nos aproxima a mayor velocidad a los años de rebelión y guerra.
En consecuencia no creo que se le haya atribuido la suficiente importancia a momentos cruciales para la trama, claro está que se los retomará en los siguientes libros, pero el momento en el que ocurren es el que requiere la mayor atención.
Si me lo preguntan ¿podría la autora haberse ahorrado algunas páginas? Definitivamente, pero no podemos olvidar que muchos de esos sucesos que en su momento parecen sumamente irrelevantes, luego resultan ser las respuestas a las más grandes interrogantes. Entonces tal vez no todo en el libro sea necesario, pero es parte de la manera en que la autora arma y planifica los misterios a resolver. 

El final fue impresionante, un combo de emociones a las que me tomó tiempo reaccionar. Como ya he mencionado el ritmo de este libro solo va en aumento por lo cual el final se ve sumido en un conjunto de veloces sucesos de carácter crucial para la trama, pero que no le prestan un momento de descanso al lector para procesarlos. 
En 1439 páginas sentí tristeza, indignación, repulsión, enojo y demás, pero también reí y fui feliz con esta familia tan maravillosa. Lo que les puedo asegurar es que me dejó con ganas de más. Nuevamente estoy acá para recomendarles estos bellos libros y la bella experiencia de leerlos.
Por mi parte son 4,5 estrellas. ¡Larga vida a los Fraser, larga vida a la #SectaGabaldon!

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