Reseña: La mujer en la ventana de A.J. Finn
Muy buenas, lectores. Espero que estén muy bien. En esta ocasión me paso por acá para contarles sobre mi última lectura: La mujer en la ventana por A. J. Finn. Un libro que llevaba un tiempo en mi librero esperando que le quitara un poquito el polvo para sumergirme en su misterio una vez que me hiciera falta un thriller psicológico.
Sinopsis: No sabe si lo ha visto o lo ha imaginado.
Anna Fox vive sola, recluida en su casa de Nueva York, sin atreverse a salir. Pasa el día chateando con desconocidos, bebiendo vino (quizá más de la cuenta), viendo películas antiguas, recordando tiempos felices... y espiando a los vecinos. Entonces llegan los Russell al barrio: una pareja y su hijo adolescente. La familia perfecta. Hasta que una noche Anna ve algo desde su ventana que no debería haber visto. Todo su mundo empieza a resquebrajarse y sus propios secretos salen a la luz. ¿Qué ha visto? ¿Y qué ha imaginado? ¿Quién está en peligro? ¿Y quién está manipulándolo todo? En este thriller absolutamente fascinante, nada ni nadie es lo que parece.
Tortuosa, escalofriante, original y conmovedora, La mujer en la ventana es una sofisticada novela de suspenso que llamó la atención antes de ser publicada. Los derechos de traducción se vendieron a 39 lenguas y Fox empezó a trabajar en su adaptación a la gran pantalla.
Sinceramente no comencé este libro con demasiada emoción pues su sinopsis me llevaba a imaginarme la trama que otros libros han desarrollado ya. Si bien posee una serie de pros y contras, puede llegar a ser una lectura interesante. Déjenme que les comente un poco:
Anna Fox lleva ya un tiempo largo sin salir de casa, tiene quien le haga las compras y sus medicamentos llegan a su puerta gracias a los servicios que le facilitan el internet e incluso su médico la visita a domicilio cada semana. Anna sufre un fuerte caso de agorafobia, y desde entonces sus días se limitan a las cuatro paredes que la rodean, a la compañía de su gato, a partidas de ajedrez online, al sitio web de Agora, a las películas clásicas, al mundo que alcanza a visualizar con una Nikon desde su ventana, y al vino, mucho vino con el que bajar la medicación.
Se preguntarán si Anna vive sola, sí, tristemente Anna vive sola, a excepción de un inquilino al que le ha concedido el sótano. La familia de Anna no se encuentra con ella y eso vuelve su recuperación muy dificultosa.
Su único modo de comunicarse con el mundo exterior es por medio de un chat online en el que personas con su misma condición se refugian y la contactan en busca de ayuda, de sus consejos profesionales como la doctora Fox. Un tanto irónico ¿no?
Fuera de esto las pocas personas con las que tiene contacto son las que golpean directamente a su puerta, y a las que ella permite entrar.
Su único modo de comunicarse con el mundo exterior es por medio de un chat online en el que personas con su misma condición se refugian y la contactan en busca de ayuda, de sus consejos profesionales como la doctora Fox. Un tanto irónico ¿no?
Fuera de esto las pocas personas con las que tiene contacto son las que golpean directamente a su puerta, y a las que ella permite entrar.
De primera mano nuestra mayor curiosidad se la llevará el misterio de qué fue lo que sucedió, qué fue eso tan terrible que llevó a la doctora Fox a este estado de soledad y encierro. Existe un mundo inmenso fuera de su hogar, y aunque puede sonar maravilloso, a ella le aterra.
La vida de Anna ha sido rutinaria desde hace ya un tiempo. Durante sus largos días se ha mantenido ocupada observando a sus vecinos a través de sus ventanas. De esta manera se ha adentrado en sus hogares, conocido sus rutinas y ¿cómo no? Sus secretos.
Un día llega al vecindario la familia Russell, la familia perfecta que no tarda en llamar la atención de Anna y ser su nuevo punto de interés. Durante la noche de Halloween, Anna conoce a la señora Russell, con quien no tardan en forjar una amistad. El problema es que Anna, al irrumpir en la intimidad de otros, se la pasa viendo cosas que no debería ver, y días más tardes se vuelve la única testigo de un crimen que tiene lugar en la casa de sus nuevos vecinos, pero nadie le cree. La mujer en la ventana nos llevará por un torbellino de incertidumbres cuando esta mujer indefensa y vulnerable intente buscar pruebas y deba cuestionarse si esto en verdad ocurrió o no ¿puede Anna seguir confiando en sus propios sentidos?
En mi opinión, la gran parte de los sucesos que tienen lugar son previsibles, no ocurren grandes sorpresas. La protagonista se encuentra vulnerable, tal así que nos es posible distinguir los errores que comete en el momento que los comete, y esperar sus consecuencias.
Muchos de los capítulos me sonaron planos, sin grandes acontecimientos importantes, al menos a primera vista. Nos encontramos sumidos en la rutina de Anna, simple y repetitiva.
Muchos de los capítulos me sonaron planos, sin grandes acontecimientos importantes, al menos a primera vista. Nos encontramos sumidos en la rutina de Anna, simple y repetitiva.
La narración también es sencilla y clara, sin recurrir a grandes descripciones, lo único que puede enlentecer su lectura es el hecho de que los capítulos simples o los acontecimientos predecibles le quitan interés al lector, al menos esto fue lo que ocurrió en mi caso.
No percibí un gran desarrollo del personaje principal, podemos incluso verla recaer en reiteradas ocasiones. Fue un golpe fuerte aquel que lanzó a Anna al pozo, y ahora necesita un golpe fuerte para salir de él. Por momentos incluso me fue molesta su actitud, pues el personaje solo parece querer hundirse más y más, por mi parte no alcancé a comprenderla del todo hasta el final.
Al resto de los personajes no alcanzaremos a conocerlos bien pues eso también es parte del misterio, Anna está rodeada de desconocidos.
Los acontecimientos tienen lugar, principalmente, dentro de un mismo escenario, lo cual es desesperante e intrigante, pues el lugar en el que Anna se siente más segura, puede no serlo realmente ¿en quién puede confiar Anna y en quién no? ¿puede siquiera confiar en sí misma?
Los acontecimientos tienen lugar, principalmente, dentro de un mismo escenario, lo cual es desesperante e intrigante, pues el lugar en el que Anna se siente más segura, puede no serlo realmente ¿en quién puede confiar Anna y en quién no? ¿puede siquiera confiar en sí misma?
Así que sí, el misterio que encontraremos es intrigante e interesante, pero su resolución me pareció débil, su final es imaginable para el lector mucho antes de que se acerque a este.
Tal como podrán notar este libro no alcanzó a cautivarme lo suficiente, fue un libro interesante pero al que algo le hacía falta. Le concedo 3 estrellas por haberme mantenido entretenida, pero no satisfizo mi necesidad de misterio completamente.
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